El sector de la pizarra cerró 2021 con un balance que refleja el buen momento que atraviesa el sector en cuanto a volumen de exportaciones; eso sí, aguado por una intensa subida de los costes que implica la producción de losa. En Valdeorras se sitúan la mayoría de las explotaciones gallegas de pizarra, cuya producción supone un 60% del total nacional de Españ.
El volumen total de pizarra exportada asciende hasta las 508.176 toneladas, frente a las 459.186 toneladas del anterior ejercicio, 2020, y las 467.947 toneladas que se registraron en las cuentas del último año antes de la pandemia, 2019. . Para poder observar una cifra de toneladas similar hay que remontarse hasta 2007, en los últimos compases antes de la crisis económica. Aquel año los palés de pizarra con destino internacional sumaron 666.364 toneladas.
Por países, Francia sigue liderando la lista de compradores adquiriendo 215.908 toneladas, más que en los dos ejercicios anteriores. Le siguen Reino Unido con 154.064 toneladas, Alemania con 63.266, Bélgica con 24.732 e Irlanda con 15.975.
También se ha incrementado el precio. Si bien antes de la pandemia los euros que había que desembolsar para hacerse con una tonelada de pizarra no superaban los 550 euros, en 2020 la cantidad subió a 573 euros y, en 2021, a 639 euros.
Lo elevado del precio de la tonelada de pizarra se debe a uno de los problemas que padece la industria de la pizarra en la actualidad, la subida de los costes. Una problemática que complica las cuentas de las pizarreras. Fuentes empresariales señalan este factor: “Si no fuera por lo que subieron los costes, la cosa ha ido bien”, aunque muestran esperanzas en que se vaya “arreglando poco a poco a lo largo de este año”. Los gastos que impactaron en las empresas de pizarra son de diverso signo. Gasoil, luz, explosivos o madera, entre otros, con subidas que superan el 30%, más del 40% en el caso del combustible.
La geopolítica deja otra posible amenaza que podría hacer escalar aún más los costes si se agrava, el conflicto entre Ucrania y Rusia, tal y como señalan las mismas fuentes.
La subida del precio de la tonelada de pizarra se tradujo en unos importes para los que, en caso de querer ver algo similar, también hay que remontarse a 2007. En el ejercicio que se acaba de cerrar, los ingresos que dejó la pizarra ascendieron a más de 324 millones de euros. En 2019 fueron unos 255 millones de euros, y en 2020, aún exportándose menos pizarra, la cantidad alcanzó los 263 millones de euros.
Pero por otro lado, lo que es un problema global como el cambio climático beneficia a la pizarra, ya que la falta de lluvia facilita la labor de los colocadores. “Otros años en enero o en febrero no se podía trabajar por la lluvia, y este año sí que se ha podido”, señalan.
Aunque reconocen que el crecimiento del sector se debe también a que la economía va dejando de estar fría. “Llevábamos muchos años al ralentí todos”, y luego “la pandemia impidió producir más materias primas”, explican antes de recordar un principio del comercio: “Hay necesidad, y como hay necesidad se vende bien”.
Las mismas fuentes, aún así, se muestran moderadamente optimistas: “Este año se puede decir que está garantizado, salvo imprevistos que no podemos tener en cuenta”, comentan antes de matizar: “Va a ser un año bueno. Pero el mundo está medio loco”.
508.176
Tonelas de pizarra que cruzaron las fronteras
324.824.176
Euros en los que se tradujo la mercancía exportada
639
Precio por el que se pagó cada tonelada de pizarra
10,7%
Crecimiento del volumen de mercancía exportada respecto a 2020
215.908
Toneladas que salieron con destino Francia, el principal comprador
Fuente: La Region
Autor: Isaac Cruz
Fotografía: Isaac Cruz