Se suma al de varias francesas y dejan a las de la comarca ourensana como el principal suministrador
El sector de la pizarra español, afincado mayoritariamente en Galicia y Castilla y León, se queda sin competidores en la Unión Europea. El reciente cierre de la última cantera importante alemana prácticamente deja a las explotaciones nacionales como únicos proveedores de la piedra sobre la que gira la economía valdeorresa. Antes, hace aproximadamente cinco años, habían desaparecido las productoras francesas, tras soportar unos costes de explotación muy elevados debido a la extracción en túnel.
La práctica desaparición del sector en otros países de la Unión Europea deja a productos como el fibrocemento como principales competidores de las canteras gallegas, según apuntaron fuentes empresariales. En todo caso, los pizarristas prevén que las empresas rivales aumenten los precios y establezcan unos plazos de entrega más largos, situando a la roca gallega en una situación muy ventajosa para abrir mercados y seguir recuperando tarifas.
Los últimos datos que maneja el sector, correspondientes a los 11 primeros meses de 2019, cuantifican en 545 euros el precio medio de la tonelada. Años antes, a finales de 2012, este mismo dato ya era cifrado en 544, apenas un euro menos, una diferencia a todas luces insuficiente para contrarrestar el continuo encarecimiento de los costes de explotación. Hay una cifra que invita al optimismo: los 538 euros que costaba de media una tonelada en noviembre de 2018. «Llevamos 20 años casi con el mismo precio. Todos los años perdiendo», afirmaron fuentes empresariales.
Ante estas perspectivas, el sector confía en que 2020 será beneficioso para la pizarra, si bien las opiniones difieren entre los más optimistas, que afirman que «este va a ser un buen año» y quienes optan por la cautela y comentan que «vai ser un ano de estabilidade».
Las cifras de la exportación, tomadas al mes de noviembre, ya muestran cómo acabará el año, pues diciembre no es precisamente el periodo de mayor actividad, debido a las condiciones meteorológicas. Entre enero y noviembre, las canteras exportaron 446.205 toneladas, un 3,9 % más de pizarra que en 2018. La gran mayoría de las explotaciones están ubicadas en Galicia y Castilla y León, que se repartirían la producción en aproximadamente un 60 % y un 40 %, respectivamente. Traducido a euros, los millones facturados fueron 243,15, lo que supone un 5,2 % de aumento.
El principal consumidor de pizarra española, Francia, aumentó este año en un 3 % el volumen de sus compras, alcanzando las 187.236 toneladas. A su vez, el Reino Unido importó 136.403, cantidad que supone un 4 % de incremento cuando se compara con la del ejercicio anterior. A la espera de comprobar cómo afecta el «brexit», en el sector lo observan sin excesivo alarmismo. Los empresarios son conscientes de que los clientes ingleses no tienen otros proveedores a los que acudir y también que su moneda, la libra, se está mostrando muy fuerte, favoreciendo la importación. A su vez, Alemania adquirió 59.331 toneladas, también un 3 % más que en 2018.
A la espera del convenio laboral que León ya tiene
El sector de la pizarra da trabajo a aproximadamente 2.400 trabajadores en territorio gallego. Un colectivo que está a la espera de que dé comienzo la negociación del convenio sectorial, toda vez que el que se está aplicando venció en 2019. Fuentes valdeorresas de la central sindical UGT afirmaron ayer que en los próximos días denunciarán el vencimiento como primer paso para el inicio de la negociación colectiva. Para más adelante quedan los contactos para actualizar el acuerdo marco, documento que regula las relaciones laborales del sector.
Quienes ya disponen de un nuevo convenio son los 1.500 trabajadores de las canteras de Castilla y León, muchos de ellos afincados en la comarca valdeorresa. Representantes del sindicato UGT, de la Asociación de Pizarristas de Castilla y León (Apical) y de los servicios jurídicos de la Federación Empresarial de León (FELE) firmaron ayer el convenio sectorial.
Con una vigencia de dos años, 2020 y 2021, plantea un 6 % de incremento salarial, repartido en dos subidas anuales del 3 %. Entre los apartados reflejados en el documento sobresalen las indemnizaciones por incapacidad permanente y la equiparación de las parejas de hecho a los matrimonios.
Fuente: La Región
Autor: José M. Cruz
Fotografía: J.C.