El Concello de Carballeda y el clúster impulsan un proyecto de turismo industrial.
Salvando las diferencias, no podemos obviar que a unos kilómetros están Las Médulas», decía María del Carmen González, alcaldesa de Carballeda de Valdeorras, en referencia a las explotaciones de oro que los romanos aprovecharon en el Bierzo hace más de 2.000 años y que ahora son Patrimonio de la Humanidad. En ellas se fijan en Valdeorras, con la mirada puesta en hacer de las canteras de pizarra un reclamo turístico. González está más que convencida del potencial que la localidad tiene dentro del denominado turismo industrial. «Es un tipo de turismo diferente a lo que estamos acostumbrados en Galicia y en España», reconoció. Y eso es una ventaja, dijo, porque no es algo que se puede copiar. «Es una naturaleza diferente, hecha con la mano del hombre; y es el turismo que queremos potenciar», dijo.
Se refería al paisaje horadado, a las canteras abriéndose paso en la montaña y a los lagos artificiales que se han ido creando. No había intención de hacerlos, pero la suma del agua de lluvia con los brotes de los acuíferos han dado forma hasta a tres lagos diferentes en la zona de Casaio. Dos de ellos están en el fondo de dos explotaciones que no están funcionando, y eso hace que sea posible pensar ya en un nuevo uso. Lo que tiene claro González, así como el Clúster da Pizarra, es que hay potencial. Y ahora quieren aprovecharlo, según reconocía el presidente de la agrupación empresarial, Víctor Cobo. «Intentamos que lo que hemos deteriorado en su día, intentar darle otra imagen y otras características para que la gente pueda venir a verla, enseñar lo que fueron y lo que son las explotaciones de pizarra», resaltó Cobo.
El proyecto cuenta con el apoyo de la Diputación de Ourense. Su presidente, José Manuel Baltar, no ocultó su fascinación al conocer el lugar. «É algo único e como único merece ser apoiado», dijo. Vio en Casaio (la aldea situada en el ascenso a Trevinca y en la que están los lagos y buena parte de las pizarreras de la comarca) no solo un polo de atracción turística, sino también un espacio cinematográfico. Incidió en este sentido en la apuesta que está haciendo la Diputación de apoyo a los rodajes en la provincia. «Darnos conta da posibilidade que temos de ofrecer algo único, unha paraxe que non admite comparanza con ningunha outra», insistió el presidente provincial.
Baltar reconoció que el impulsado desde Valdeorras para la pizarra es un proyecto ambicioso. El objetivo es que los turistas puedan conocer cómo se trabaja la piedra natural, visitando una cantera y también una nave de elaboración, y conociendo también el entorno en el que esto sucede. El proyecto sigue la línea de otros similares que existen en Reino Unido y contempla la creación de miradores desde los que observar cómo las grandes máquinas extraen el rachón de pizarra de la montaña para después entrar en una nave de elaboración y ver de primera mano cómo con una máquina se corta la piedra en piezas más pequeñas que después, ya de forma manual, los labradores tallan con la forma que puede verse después en tejados o fachadas.
La Diputación colaborará con los empresarios en actividades culturales y de arte
La visita al clúster de la pizarra era, según dijo, el principal objetivo de la visita que José Manuel Baltar hizo a Valdeorras. Pero antes de llegar a Sobradelo, el presidente de la Diputación hizo una parada en O Barco. Estuvo en la sede de Aeva, donde se entrevistó con las directivas de la asociación de empresarios, la Ruta do Viño y el CCA barquense.
Según lo explicado al final del encuentro, la Diputación ampliará su colaboración habitual con Aeva para incluir proyectos en materia de turismo, cultura y gastronomía. Así lo avanzó la presidenta de Aeva, Araceli Fernández, que explicó que lo que hay son líneas generales y ahora tocará ahondar en los detalles. Una de las primeras líneas de trabajo será la creación de un mapa digital, que la Diputación ya está desarrollando, que concentrará todos los recursos turísticos de Valdeorras, para darlos a conocer no solo a los visitantes sino a los vecinos de la comarca. En lo que se refiere a la cultura, se estudiará el potencial del oriente ourensano en el sector de las producciones audiovisuales, así como el arte o la arqueología. Además, se puso sobre la mesa un proyecto llamado Maridanza cuyo objetivo sería unir el enoturismo con la restauración, de tal forma que los principales platos de la comarca mariden con los vinos de la D.O. Valdeorras.
Fuente: La Voz de Galicia
Autora: María Cobas
Fotografías: Lolita Vázquez