Los dueños de la ourensana Cupa debatirán su venta en una junta la próxima semana.
Cupa Group pasará a manos de un fondo americano si finalmente se concretan las negociaciones de venta en marcha con Carlyle. La compañía de Valdeorras (Ourense) es líder mundial en exportación de pizarra, dentro de un grupo compuesto también por empresas de piedra natural, distribuidoras de materiales para cubiertas, hidrocarburos o promoción inmobiliaria. Cuenta con 2.100 trabajadores, repartidos por España, Portugal, Francia, Reino Unido, Bélgica, Dinamarca, China, Brasil y Estados Unidos. Del otro lado está Carlyle un grupo que tiene activos bajo gestión en el mundo por un total de 178.000 millones de dólares (datos de finales del 2015), que gestiona 125 fondos de inversión. Cuenta con 1.650 empleados, repartidos en 36 oficinas. En España, Carlyle está presente en Palacios Alimentación, Digitex y Itconic, y antes en la asturiana Telecable.
Cupa es propiedad de tres accionistas, que controlan a partes iguales el 80 %, y de Abanca, que cuenta con el 20 % restante. Algunas fuentes creen que el interés del banco por vender su participación -desde hace años, tras la compra por parte de Juan Carlos Escotet está en un proceso de desinversión de cartera industrial no estratégica, como es el caso- ha precipitado una operación que podría concretarse la próxima semana, durante una junta convocada para el viernes 24.
La firma fue fundada por cinco socios de los que todavía tres siguen siendo propietarios (la familia y los herederos, a partes iguales de ese 80 %). La entrada del banco en el accionariado se remonta al 2005, cuando entonces Caixa Galicia compró el 20 % del grupo pizarrero por 40 millones. En aquel momento, el plan estratégico de la compañía era empezar a cotizar en Bolsa antes del 2010, pero la crisis de la construcción echó por tierra esas aspiraciones.
Compra total o parcial
Tanto desde Cupa como desde Carlyle declinaron confirmar el estado de las negociaciones. Sí se sabe que los americanos han estado «revisando papeles» para conocer el estado de la compañía gallega. Todavía está pendiente de concretar si finalmente el fondo americano adquirirá únicamente las acciones de Abanca o también la del resto de los socios, porque algunas fuentes apuntan a que no hay unanimidad entre los socios para afrontar esta operación de venta, cuyo importe tampoco se ha desvelado.
El grupo pizarrero cerró el 2014 -últimos datos disponibles- con un resultado antes de intereses, deudas y amortizaciones de 41 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 40 % sobre el curso precedente. Ese mismo año sus ventas se incrementaron hasta los 224 millones de euros.
Fuente: O Barco / La Voz, 17 de junio de 2016