Pizarras del Carmen es una empresa con una larga tradición en la extracción, fabricación, comercialización y exportación de pizarra. Para conocerla con más detalle, hablamos con su gerente, Alejandro Bayo.
¿Cuáles fueron los orígenes de Pizarras del Carmen?
Nuestra empresa se origina en los años 80 a partir de una pequeña explotación de ámbito familiar. Pocos años después se construye la primera nave, ya que hasta entonces se trabajaba a pie de cantera (bajo tendejones), ampliando la plantilla y el volumen de producción.
A partir de este momento se produce un crecimiento continuado, con nuevas instalaciones y equipos. Se profesionalizan los equipos de trabajo y se hace un gran esfuerzo en I+D+i, implantándonos en el mercado mundial con marca propia.
¿Cuál es la estructura de la empresa?
Actualmente disponemos de dos canteras activas que abastecen a 8 naves propias.
En conjunto, Pizarras del Carmen cuenta con un equipo humano formado por 220 trabajadores.
¿A qué perfil de cliente se dirigen?
El 95% de nuestra producción se destina a la exportación, donde se canaliza a través de distribuidores o también por medio de constructoras e instaladores. Hoy en día, nuestro producto está presente en más de 15 países de todo el mundo.
¿Algún mercado más importante que otro?
Actualmente estamos produciendo alrededor de 25.000 toneladas anuales de pizarra. El principal destino de esos productos es Francia, que es el mayor consumidor mundial. Además, también exportamos al Reino Unido, Estados Unidos, Australia, Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Holanda, la República Checa, Rusia y los países bálticos.
¿Qué diferencia a Pizarras del Carmen de sus competidores?
NUESTRA CALIDAD: la excelente calidad que nos ofrece el yacimiento y el extremo cuidado que ponemos en todos los detalles en todas las fases y procesos de producción, desde la extracción a la transformación y la comercialización. Desde nuestros inicios contamos con las certificaciones internacionales de producto (NF, ATG, DIN, BS, ASTM), también desde 2005 el marcado CE (obligatorio desde 2006) y desde 2017 la empresa tiene las certificaciones ISO 9001 e ISO 14001 (por AENOR), cuyo alcance incluye la totalidad del proceso.
¿En qué sentido?
El yacimiento está formado por niveles geológicos que reúnen unas condiciones únicas que confieren al material las características ideales para conseguir una pizarra de la calidad más alta. Es un material inerte, que no se oxida ni se altera y que ofrece un color y una textura muy apreciados por el mercado, lo que nos ha ayudado a potenciar nuestra marca y a situar la pizarra como un elemento perfecto para su uso como pizarra de techar, fachadas e incluso en suelos.
¿Qué ventajas ofrece la pizarra frente a otros materiales?
En primer lugar, su versatilidad, que hace que pueda ser empleado en cubiertas, fachadas, solados e incluso, gracias a su estética, también en decoración, jardinería y menaje. Además, se trata de un producto aislante, impermeable con una textura única. En cuanto a colores, nuestro yacimiento nos ofrece un color azul-negro y otro grisáceo muy apreciados.
¿Necesita algún tipo de mantenimiento?
Ninguno, y eso es otro aspecto muy interesante: su durabilidad. Hay tejados de pizarra instalados desde hace 200 años que no han necesitado ningún tipo de intervención ya que es un material inerte, esta característica implica que el material expuesto a los agentes atmosféricos y ambientales no se altera, e incluso en atmósferas contaminadas permanece inerte. Por eso no requiere tratamientos de ningún tipo, como muestran los ensayos de laboratorio.
¿Se puede innovar en un mercado como este?
Se puede y se debe innovar. En nuestro caso, el trabajo de I+D+i abarca todos los procesos de la empresa, desde la extracción hasta la fabricación y la transformación. Nos hemos dotado de la maquinaria más avanzada para la extracción, el transporte y el labrado, y hemos innovado también en áreas como el embalado, el bienestar de los trabajadores e incluso en la comercialización, en este caso mediante la búsqueda de nuevas formas de instalación que tengan en cuenta la estética y la funcionalidad a partes iguales.
¿Se traduce esa forma de trabajar en una clientela fiel?
Sin duda. Tenemos clientes que trabajan con nosotros desde hace más de 25 años, tanto en España como en otros países. Un buen ejemplo de ellos es nuestro distribuidor en Francia, con el que acabamos de celebrar el cuarto de siglo de colaboración.
¿Puede citar algunos proyectos emblemáticos en los que se hayan usado los productos de Pizarras del Carmen?
En estos años han sido muchos y de muy diversa índole. Uno de los más reconocidos es el edificio del Ministerio de Defensa Británico, en Londres.
¿Cuáles son los retos de futuro de la empresa?
El objetivo de la compañía es seguir creciendo y hacerlo con nuestros valores de siempre: la calidad del producto y el elevado nivel de servicio a nuestros clientes. No queremos perder nuestro carácter familiar, pero al mismo tiempo hemos apostado por la profesionalidad para poder evolucionar y llegar a otros países con tradición pizarrera. Países en los que hacer que nuestra marca se abra paso como ha hecho en los mercados en los que ya estamos presentes.