La firma Architects +CO ha sido la encargada de diseñar Casa EZ, una construcción en Porto Feliz (Brasil) a modo de segunda residencia para una familia.
Casa Ez se extiende horizontal en una sola planta en forma de U con trazos rectos de hierro negro y madera. Junto a la piscina, con vaso de piedra natural de Palimanan Revestimentos, sofá y puf blanco, de Breton, y hamacas, mesa y sillas, todas de Basica Home.
Empezó como una inversión, pero acabó convirtiéndose en la segunda residencia de sus propietarios. La Casa EZ en Brasil, de Architects+CO, brilla entre la naturaleza con la suma de travertino, madera y pizarra. Un lugar de ensueño para una familia numerosa y sociable.
Los propietarios compraron este terreno en Fazenda Boa Vista, un complejo residencial en Porto Feliz (Brasil), para hacer una inversión. La idea era construir una vivienda y ponerla en alquiler o a la venta. Pero eso era al principio.
Un travertino romano recubre los suelos de todo el proyecto. La puerta de entrada ofrece una vista lineal de toda la casa, abierta por la fachada trasera al jardín.
A medida que se fue desarrollando el proyecto de Architects+CO quedaron tan encantados con los resultados que, al final, decidieron quedársela y convertirla en su casa de vacaciones.
En el salón, sofá Geta, de Artefacto; mesa Atari, de Sergio Fahrer, y baúl traído por los antepasados de la familia al emigrar de Europa.
Espaciosa (tiene 739 m²) y confortable, la Casa EZ es ideal para una familia como la suya, numerosa y sociable.
Las lamas de madera dan carácter a la fachada y ventilan los interiores. Es una solución que otorga privacidad en relación a los vecinos, y a la vez deja pasar la luz.
Aunque los datos puedan resultar un poco abrumadores sobre el papel (seis habitaciones, ocho baños, dos cocinas, gimnasio, home theater, sauna, piscina, terraza, lavandería y dos cuartos de servicio), la sensación que desprende es más bien la de una residencia acogedora, tanto para quienes la disfrutan de manera habitual como para sus visitantes ocasionales.
El suelo de travertino acentúa las paredes de pizarra y ambos compiten con la madera en elegancia.
En el salón, butacas, de Lider Interiores, y taburetes y lámpara, de LB Home.
La terraza central, alrededor de la cual se dispone toda la vivienda, es el corazón de la casa, pero también podrían serlo el comedor, con su imponente mesa para varios comensales, o la cocina, con una barra de mármol y espacio para hasta cinco taburetes
En el comedor, mesa de Ovoo, sillas Charles Miller, de Sergio Fahrer, y pareja de lámparas, de Omni Light.
En la cocina, sobre la barra de desayunos de porcelánico con efecto mármol de Ariostea, lámpara, de Omni Light; taburetes, de Basica Home; objetos de cerámica y de cristal, de LB Home, y grifería, de Deca. Al fondo, mesa redonda con juego de sillas de Estúdio Nada se Leva, en Lider Interiores.
Tanto en la arquitectura como en el interiorismo, a cargo de Eliane Mesquita Interiores, se juega con los contrastes.
«El contraste de la pizarra con la madera es un punto culminante del proyecto», Architects+CO.
«Esto nos llevó a hacer suyas todas las vistas interiores. Los árboles, los materiales naturales y el uso que la familia haría de la residencia también fueron una gran inspiración, confluyendo en el diseño de esta casa», conluye Bandeira.
En la suite, forrada de lamas de madera, sofá, de Breton; mesillas de noche, de Segatto; lámpara, de Omni Light; alfombra, de LB Home, y textiles, de Mmartan.
En el baño principal, bañera y ducha se han segregado con una corredera de cristal y revestido con mármol Calacatta Gold, material que se prolonga en el suelo.
«La Casa EZ se hizo para recibir luz natural hasta el final del día, gracias al techo alto de la sala y las celosías, que dejan pasar la luz y el aire», cuenta Caio Bandeira, al frente del estudio junto a Tiago Martins.
La materialidad de la casa se revela en esta imagen: pizarra, acero, roble americano y travertino romano.
«Por la noche, la iluminación indirecta realza las líneas de la arquitectura, haciéndola aún más impresionante», añade sobre esta construcción, que tiene la cubierta triangular con una sola agua. Y todo ello sucede en una única planta.
Por cierto, que el residente juega al golf y el terreno tenía vistas al campo.
En el porche de la cocina, butacas Bauer, asiento colgante y mesa de centro, todo de Breton.
Fuera, el proyecto de paisajismo de Gisele Nabas refuerza la idea que tenían los propietarios de respetar lo ya existente, en un terreno que alcanza los 3.300 m².
Con su tono verdoso, la piscina se mimetiza en el paisajismo de Gisele Nabas.
Fuente: Arquitectura y Diseño
Autor: Cristina Ros
Fotografía: Ruy Teixeira