El 60 % de la producción de pizarra de España, país líder mundial en este sector, se genera en Galicia, mayoritariamente en la comarca de Valdeorras. El clúster da Pizarra promueve una campaña de difusión que pone el acento en el carácter natural de este material
¿Sabías que si optas por la pizarra para la cubierta de tu vivienda estarás eligiendo el producto constructivo más sostenible para esta función? Y es que comparado con otros materiales, la pizarra genera menos dióxido de carbono y consume menos agua y energía en su proceso de producción. Precisamente, las propiedades naturales de este material y su idoneidad para la cubrición de edificios son el eje fundamental de una campaña de comunicación promovida por el Cluster da Pizarra que se desarrolla bajo el lema Pizarra galega: natureza na túa vivenda.
La energía consumida para extraer, elaborar y transportar el material y la generación de residuos; la durabilidad del material y el potencial de reciclado o regeneración son algunos de los indicadores que miden el impacto ambiental de los materiales que se utilizan en construcción. La pizarra como piedra natural, presenta un bajo gasto energético en comparación con otros materiales de cubierta. Además la gran durabilidad de la pizarra, estimada en unos 200 años, permite que pueda ser reutilizada en varios edificios a lo largo de su vida útil a favor de la sostenibilidad del medio ambiente. A estas características hay que añadir otras como la versatilidad y la resistencia a la flexión.
Pero la pizarra no solo se utiliza para cubriciones, sino que cada vez más, los profesionales de la construcción la eligen para realizar chapados y revestimientos, ya que su corte resulta muy fácil y se pueden conseguir placas de distintas dimensiones; y como elementos de cerramiento, dada su gran resistencia a compresión.
Galicia, líder mundial en pizarra para cubiertas
La pizarra, pues, forma parte ya de los materiales de construcción que cada vez eligen más arquitectos y constructores para sus obras y edificaciones. Y ahí España y concretamente, Galicia, desempeña un papel fundamental, ya que nuestro país es el principal productor de pizarra para cubiertas del mundo con un 85 % de la producción que se traduce en 500.000 toneladas anuales. Del total de la producción española, el 60 % procede de Galicia -fundamentalmente de la comarca de Valdeorras, seguida de la que proviene de varias zonas de la provincia de Lugo (tales como Quiroga o Folgoso do Courel) y de la comarca de Ortigueira (en la provincia de A Coruña)-. Estos datos sitúan a la Comunidad gallega en líder del sector en todo el territorio nacional.
El sector de la pizarra en Galicia representa toda la cadena de valor de la industria: extracción, elaboración, comercialización y colocación, sin olvidar la importante apuesta por la investigación que se está desarrollando en este ámbito. Además, actúa como un dinamizador económico muy potente en el entorno rural gallego con un alto índice de empleabilidad, generando muchos puestos de trabajo de gran calidad.
Estamos, pues, ante un material que vuelve a recuperar una posición prioritaria en cuanto a su utilización gracias, en parte, a su valor sostenible pero también gracias a políticas que han animado a que la gente acometa reformas en sus viviendas y elija la pizarra para salvaguardarlas, por ejemplo, de la dura climatología gallega.
Dimanizando el mercado interior
El Plan Renove de Pizarra ha permitido atender a una demanda del sector para contribuir así a la dinamización del mercado interior y al mismo tiempo ha refrendado la apuesta de la Xunta de Galicia por una industria autóctona que produce riqueza y empleo de calidad. En las dos últimas ediciones, estas ayudas permitieron la renovación de 35.430 metros cuadrados de pizarra en 179 obras, generando, a su vez, 200 empleos y casi 3 millones de euros de volumen de negocio.
Precisamente, este año, este Plan Renove ha incluido la actualización de fachadas con pizarra, considerado este material como el más estético y competitivo del mercado para la recubrición exterior de viviendas.
Y es que quien se decide a optar por la pizarra sabe que su mantenimiento es sumamente sencillo, de bajo coste y dilatado en el tiempo. Su limpieza solo requiere agua y sus placas son fácilmente sustituibles y reemplazables. Además de ofrecer un excelente aislamiento térmico y acústico y una ínfima capacidad de absorción de agua, la pizarra gallega tiene una vida útil de 200 años.
Certificaciones
Pero todas estas ventajas se ratifican con certificaciones que avalan su calidad. Así, la pizarra española está acreditada con la Declaración Ambiental de Producto (DAP), donde figura la información ambiental del ciclo de vida de este material. Además, concretamente la pizarra para cubiertas, cuenta con puntuación adicional al Certificado LEED®, un sistema de evaluación de ámbito internacional, para fomentar el desarrollo de edificaciones partiendo de criterios sostenibles y de alta eficiencia.
En Galicia, el Clúster da Pizarra certifica que sus empresas poseen una dilatada experiencia en la elaboración y selección del producto final gracias a los sistemáticos controles internacionales a los que están sometidos por parte de los países que importan el producto gallego. Este organismo aglutina a 50 empresas que se dedican en la Comunidad gallega a la extracción, elaboración y comercialización.
Los expertos recomiendan siempre que, cuando los prescriptores o los consumidores finales soliciten pizarra, deben exigir que esta tenga la Declaración Ambiental de Producto (DAP) y la certificación CE. Dos importantes garantías que siempre ofrecen las empresas del Clúster.
Datos de España
El 95% de la producción pizarrera española se destina a exportaciones. Concretamente, en 2015, España exportó 465.460 toneladas por valor de 248.370.570 euros. Los principales países receptores de la pizarra española son Francia, Reino Unido, Alemania, Benelux, Irlanda y Dinamarca. Pese a que todos ellos se encuentran en Europa, el sector ha constatado cierto interés en importar pizarra en países como Estados Unidos y Australia, además de Rusia, Polonia, Suiza, República Checa, Hungría, Portugal y los países nórdicos. Todo ello lleva a pensar en el futuro próspero de este sector que puede convertirse en estratégico para el desarrollo económico de Galicia.
Source : www.lavozdegalicia.es – 25-09-2016