La expedición abre una ruta con frecuencia semanal hasta el puerto de Santander para transportar vetas paletizadas a los países del norte de Europa y las costas irlandesas.
Entre este declive ferroviario, un brote va más allá de un aliento de esperanza. El tráfico de mercancías por tren ya tiene en vía una nueva frecuencia por las vías de la provincia. Un tren de pizarra, recurso natural extractivo bien definido en el área de la Cabrera y en la colindante Orense, acaba de estrenarse en los tráficos de mercancías que discurren por el noroeste, con red diezmada y desasistida. La expedición tendrá una frecuencia semanal, según han dejado entrever los promotores, parte desde Ponferrada, y tiene destino en Santander, en el emboquille de Muriedas, desde donde la carga se dirigirá al los países del norte y a las costas irlandesas. El encargo supone un soplo de aire para este sector del transporte ferroviario, que en León redobla las posiciones finales de la estadística de mercancía en movimiento; por detrás de otros soportes como la carretera, y alejado de las variantes que arroja la media europea en este segmento de la movilidad y la logística.
Un tren de mercancías por la red de ferrocarril de la provincia leonesa supone un salto exponencial en este tramo de actividad, que se desenvuelve en los últimos años en ratios casi testimoniales. Y ahora viene a poner tildes a parte de la estructura por la que se va a desenvolver. Este movimiento de pizarra, de una empresa radicada en Orense, casi en el perímetro de la raya provincial, y con explotaciones activas en territorio cabreirense, es una reivindicación para un territorio que ha exclamado por soluciones estructurales y coyunturales para salir del pozo al que le han empujado las políticas de abandono de la periferia del país durante décadas. El transporte, la logística, la intermodalidad, los trenes y la estela que deja su movimiento son algunos de los parámetros en los que se sostiene el desarrollo social y económico tan reivindicado, y que ya ha llenado cientos de páginas sobre los planes del futuro de este flanco del país.
La pizarra abre un surco por la vía del tren León-Vigo, que expone un estado de limitaciones alejado de los cánones de competitividad que exige el mercado eficiente del transporte de mercancías. El tren de Tramesa se armará con una composición de 17 vagones; cada unidad, con capacidad para ajustar la carga equivalente a la tracción de dos camiones y medio. Ya están probados los sistemas de anclaje, y calibrado el itinerario, a través del empalme de León Clasificación, y el nudo de Baños que filtra el tráfico ferroviario en Castilla. En el primer punto de intermodalidad, la carga la recepcionará la naviera United European Car Carriers en Santander.
Fuente: Diario de León
Autor: Luis Urdiales
Fotografía: Pedro Arroyo