Los ciudadanos de Reino Unido han clarificado todas las especulaciones y tumbado las últimas estadísticas. Con una participación del 72%, la decisión de abandonar la Unión Europea ha sido confirmada por una mayoría del 51,9%. Pese a la importancia de este resultado, en términos prácticos pocas cosas cambiarán en el futuro inmediato. Sin embargo, Reino Unido y otros Estados miembros sentirán las consecuencias de forma inevitable.
Comienza un periodo de incertidumbre para las empresas de la industria de la piedra natural que operan en Reino Unido o cuyas exportaciones tiene como destino suelo británico.
Con el foco puesto en la estabilidad política a la luz del anuncio del Primer Ministro, David Cameron, que renunciará a su cargo antes del fin de 2016, para Guillermo Pérez Aboy presidente del Clúster del Granito de Galicia, se trata de una situación cuyas consecuencias todavía no son evaluables completamente. “Esto supone una redefinición del marco general de relaciones políticas, económicas y sociales con el Reino Unido para toda Europa”. En su opinión “habrá también un impacto aún imprevisible sobre la actividad comercial para nuestro sector con el Reino Unido”.
Para el presidente de la Asociación de la Pizarra de Castilla y León, Eliseo López, las amenazas son la “la depreciación de la libra lo que puede suponer un descenso de importaciones de productos de la UE y la implantación de Posible políticas más proteccionistas con respecto a productos de la UE”. Apunta como aspecto positivo que “la pizarra española juega con ventaja porque es un producto exclusivo y de alta calidad”.
Antonio Sánchez, presidente de la Asociación de Empresarios del Mármol de Andalucía, afirma que “la bajada del valor del dinero reducirá el poder adquisitivo de los británicos y, por lo tanto, no sólo afectará a los que realizan transacciones, sino que además, éstas pueden llegar a frenar”.
A medio plazo, todos los escenarios estiman una reducción del PIB del Reino Unido. “Ello supondrá una contracción de la demanda del sector de la construcción en general afectando a la demanda del sector de la piedra en las Islas británicas. Esto supondrá, por tanto, una previsible reducción de demanda de nuestros productos”, apunta Pérez Aboy. No hay que olvidar que el Ministro Osborne, Canciller de Hacienda, anunció un importante recorte del gasto público, así como una subida de impuestos en el caso de que el Brexit triunfase.
A largo plazo, para el presidente del Clúster del Granito, la capacidad de financiación del mercado británico por la inestabilidad o turbulencias financieras derivadas del Brexit “supondrá mayor dificultad para financiar proyectos de inversión, así como para mantener la actual dimensión del sector de la construcción en Gran Bretaña”. Ello provocará una reducción potencial de la demanda de materiales de construcción afectando al sector de la piedra natural.
Javier Fernández, gerente del Cluster de la Piedra, considera que las consecuencias para el sector de la piedra natural española serán las mismas que para el resto de sectores con vínculos comerciales con UK, fundamentalmente motivados por la devaluación de la moneda. “También tendremos que ver a nivel institucional en el seno de nuestra Federación Europea – EUROROC-, donde los británicos tienen un papel importante, cómo van a seguir las relaciones. Aunque en el seno de EUROROC, países no miembros de la UE, como noruegos o suizos, son miembros de pleno derecho”.
Algunos expertos han anticipado un posible incremento de las insolvencias a corto plazo en mercados como Irlanda, Países Bajos o Bélgica debido a los estrechos lazos comerciales y de inversión. No obstante, informes como el elaborado por Crédito y Caución, prevé que los efectos apenas se dejarán sentir en la mayoría de los demás países europeos.
Para Reino Unido, anticipándose al voto de salida, algunos efectos ya se han dejado sentir con la depreciación de la libra esterlina y la ralentización de las inversiones en las empresas y el personal. Tras la decisión del Brexit, las previsiones recogidas en el informe apuntan a que el PIB de Reino Unido se reducirá entre un 1% y un 3% en los próximos dos años. La estructuración de acuerdos comerciales en los próximos dos años determinará el impacto a largo plazo.
Los efectos también se dejará sentir, por ejemplo, en la inversión directa extranjera de Países Bajos o en el comercio exterior de Irlanda y Noruega. Además, se espera que los países del Benelux e Irlanda registren aumentos en sus niveles de insolvencia de entre el 1% y el 3,5%. El cambio en las insolvencias en otros países europeos será poco significativo.
“En Reino Unido la economía ha mantenido un crecimiento más moderado del 0,4% en el primer trimestre. Sin embargo, el voto de salida ha tenido un impacto inmediato en el tipo de cambio frente a todas las monedas principales. Aunque los tratados comerciales deberán ser abordados, a corto plazo se mantendrá el comercio internacional, beneficiándose de un menor tipo de cambio”, afirmó Andreas Tesch, Chief Markets Officer de Atradius.
“No habrá ningún impacto a corto plazo en nuestra postura de suscripción para el mercado británico. Más allá de las emociones por el resultado, es importante reconocer que las compañías británicas se adaptarán y aquellas con una gestión sólida, con una estrategia clara y bien financiada, seguirán prosperando. Reino Unido sigue estando abierto a los negocios y nosotros también. Las empresas que optan por el seguro de crédito reconocen que una sólida estrategia de gestión de riesgos permite el comercio y nosotros seguimos confiando en que podemos ayudar a nuestros clientes a crecer en sus negocios, en el mercado nacional, en Europa y en otros mercados en todo el mundo”, afirmó el director de Atradius en Reino Unido e Irlanda, Alun Sweeney.
Fuente: Focus Piedra / 27/06/2016